jueves, 6 de junio de 2013

Disculpe... ¿El lavabo mas próximo?

Una cosa que siempre oigo  la gente decirme es:

“¡¡¡UAUUUUU!!!
¡¡¡Seguro que detienes/cacheas tiarrones en la cárcel!!!
¡¡¡Que morbo!!!”

Bueno… Pues dejadme que os ilustre con mi experiencia en el tema y un par de anécdotas.





Bueno, para empezar diferenciar cárcel de calabozos…

-Cárcel es donde la gente siempre quiere escaparse y de lo que taaaaantas películas hemos visto en Hollywood.
-Calabozos es un sitio donde como máximo puedes estar retenido 48h (72h en casos extraños y siempre con justificación), en las cuales casi siempre hay borrachos que tienen la mano larga o que no saben guardar compostura en condiciones, gente por hurtos menores…alguna agresión… aunque si, también hay cosas graves como no una violencia de género (ni os imagináis la cantidad que hay a lo largo del día).

Pero todo desemboca en lo mismo….CHUSMA, a los que "cariñosamente" llamamos "clientes".



               

Creedme, hay mucha gente que he cacheado que no tocaría ni con la mano de otro fíjate… pero no hay más remedio, y si, lo diré otra vez, ¡¡¡No me pagan lo suficiente!!!

Generalmente la gente a la que se cachea huele muy maaaaaaaaaaal. Es un olor que es imposible de describir. Simplemente imaginad una persona que desconoce el significado de la palabra "ducha".

Por protocolo siempre hay que cachear a la gente cuando ingresa en el calabozo, más que nada para asegurar que no tengan nada con lo que autolesionarse, y ya es entrar en el calabozo y.... como describirlo en una palabra/onomatopeya...
ARGH!!!







Imaginad sobar el cuerpo del tipico yonki que todos tenemos en nuestro barrio o, los afortunados, en sus periferias...

Una pega de ser una chica policía es que a las mujeres solo las pueden cachear mujeres, la pega es que por turno hay como mucho o dos o tres chicas policías a lo sumo, por lo que los cacheos de todas las mujeres delincuentes se las comen ellas.

Nosotros como casi todos somos chicos nos repartimos mas los cacheos.

Cierta vez una amiga mía tuvo a ir a cachear a una gitana, y cuando volvió tenía algo en los ojos… no era la misma… estaba pálida; preocupado la pregunté:”

¿Qué te ocurre?”

Y me respondió:

“Acabo de cachear a Moby Dick… ¡La tuve que pedir que por favor se levantara la teta porque tenía miedo de que mi mano quedara atrapada debajo!”




Así que para que veáis el panorama que tenemos día si día también.

Aun recuerdo mi primer cacheo (como el Werther), era un gitano que no me abarcaban los brazos para rodear su cintura, si,... muy erótico todo.

Peeeeeeeeeeeeero..... ¡¡¡Ay amigos/as!!! No siempre es así, una, y repito, solo una vez me ha tocado ir a la cárcel y sacar un tiarrón 2x2 de esos que son dioses hechos carne




¡¡¡Y encima me tocó cachear!!! Y yo todo contento, todo lo tenía firme oye, tocara donde tocara (y…eh!!! ¡¡¡No penséis mal!!!, ¡¡que uno es todo un profesional!! ;) )

La cosa es que no me diera cuenta y lo hice sin guantes (Era mi época de novatillo y no tenia guantes para hacerlo(aun no habían llegado), por cuestión de higiene y salud es conveniente usar y casi siempre usamos),  así que se barajaban dos opciones, una cachearle sin guantes y otra decirle a mi compañero que lo hiciera por mí, y claro… ¡Después de mucho tiempo viendo solo escoria por doquier no iba a dejar pasar esta oportunidad!, así que lo hice yo

La cosa es que luego le trasladamos al hospital, ya que tenía revisión con su médico. Al entrar la medico le mandó sentar, y nosotros detrás de pie escuchando, yo con mis ojos curiosos me puse a observar el entorno, como me habían enseñado en la academia… controlar las cosas… allí veo un bisturí, tener cuidado por si se lanza a por él, allí, una ventana, por si se tira (que aunque fuera un tercer piso un preso es nuestra responsabilidad), allí hay un dispensador para desinfectar manos en la pared… Qué curioso…

Estaba yo en mi mundo interior cuando de repente escucho a la medico decir:
"Bueno Mr. X, veo que tiene hepatitis, VIH, sífilis, mierdas y etc.….”




En lo que interrumpí a la medico y la dije:
"Disculpe… ¿Puedo usar ese desinfectante de manos que tiene en la pared?”
 Y corrí a por ello antes de darla oportunidad a responder.
Que agsssscooooooooo, así que ya sabéis… no es oro todo lo que reluce, y yo aprendí una gran lección… ¡¡¡¡¡Guantes forever!!!!!