martes, 31 de diciembre de 2013

El grinch


Una de las grandes pegas de este trabajo es que tienes unos horarios fijos inamovibles
Muchas veces quieres ir a un cumpleaños o a algún evento pero por la puñetera ley de Murphy, o trabajas, o toca refuerzo o peras en vinagre.
  
A mí este año me ha pasado algo parecido.
A un compañero le dijeron el día antes de las vacaciones de navidad que tenía que trabajar los días 24 y 25 de 06:00 a 14:00 horas, como tenía familia en canarias, para el suponía una putada MUY GRANDE.
Cuando ya empezó a ponerse de todos los colores debido al disgusto fui y le dije:
“Oye, ¿quieres que te haga el refuerzo yo y así te vas con la familia?”
A mi compañero se le iluminaron los ojos:
“¿De verdad harías eso?
“Claro, ¡no me importa!”

No sé si lo mencioné alguna vez, pero también tengo familia fuera, no tan lejos como canarias, pero fuera. Pero también es verdad que visto el transcurrir de los últimos días del año no he estado muy de celebraciones ni animado para ello, prefiero estar trabajando y centrado en mí trabajo.

Así que estas fiestas 2013 soy el Grinch.




No celebré noche buena y navidad, y además me tocó también trabajar noche vieja y año nuevo, así que los 4 días terminé acostándome a las 20:30 para estar fresco para trabajar, ya que como suelo decir mucho: “quienes tienen responsabilidades tienen que ser responsables”.

En navidad hubo muchísimo trabajo, cinco detenidos por peleas y atentados a agentes de la autoridad, y este año nuevo supongo que más de lo mismo.
A ver si este año es mejor que el 2013 y con mejor terminar.


 

lunes, 30 de diciembre de 2013

Cuanto tiempo!!!, por cierto....


Una de los curiosidades de ser policía es de la gente que se acuerda de ti cuando menos te lo esperas.

Sin ir más lejos la anécdota de hoy:
“¡¡¡Hombre Planetgradius!!! ¡Cuanto tiempo!, ¿Qué tal estas?"

“¡¡Hombre Mr.X!! ¡¡¡Ya te digo!!! No nos vemos desde cuando… ¿desde el instituto?"

“Si, por lo menos, ¡a ver si te vemos mas por aquí que desde que te volviste madero no vienes por el pueblo a vernos nada!”

“Bueno… sí que suelo venir pero bueno… ¡Que no me veas no significa que no esté aquí!”

“Puede ser…. Por cierto, el otro día me pusieron una multa y….”



Y bueno… el resto lo ahorro porque podéis imaginaros como es.

Mucha gente se piensa que junto con el arma de fuego nos dan una varita mágica y que agitándola como Samatha de Embrujada, quitamos las multas. ¡Ay amigos!, eso era antes de la era de la informática (que frase más anticuada jajaja)



A mí me parecería estupendo quitar multas si dependiera de mi, sobre todo cuando son de estas con el fin de recaudar, las cuales me parecen muy injustas, como por ejemplo radares posicionados en lugares estratégicos imposibles de ver donde te obligan a ir a velocidades ridículamente lentas cuando no constituye peligro alguno ir un poco más deprisa, pero como digo yo, el principio de las sanciones de tráfico es “las multas ni se crean ni se destruyen, solo se transforman”, ¿Qué porque digo esto? Pues porque una vez que te cae una multa y se tramita, es muy difícil que te la quiten.

Por poner un ejemplo, si le dejas el coche a tu cuñado y a este le ponen una multa por velocidad, cuando llega la multa obviamente llega al propietario del vehículo, sin embargo este puede declarar que no estaba conduciendo el e identificar al conductor, con lo que la multaría pasaría a él, en este caso, al cuñado.

Luego está el tema de los recursos… cuando se hace un recurso por una multa injusta, generalmente este recurso llega a manos del agente que te ha puesto la multa, lo lee, y decide si quitarla o no(que yo, personalmente, solo he visto una vez quitarla y era un novatillo en prácticas que llevaba 4 meses trabajando), generalmente el agente suele ser de estos supercops 100% orgullosos que “siempre tengo razón en lo que hago”, al fin y al cabo… los recursos suelen ser de multas injustas, y haciendo el recurso pierdes la posibilidad de pago rápido y bonificación del 50% de descuento por pago rápido.



Claro que siempre queda la opción de ir a juicio… pero personalmente yo pasaría de meterme en berenjenales y perder mañanas de mi vida en juzgados.

Así que ya sabéis…

sábado, 28 de diciembre de 2013

Cuidado con el movil

Hay que tener mucho cuidado con los menores, siempre lo he dicho.

Yo creo que he sido muy afortunado, ya que cuando me he ido desarrollando como individuo no he dependido tanto de la tecnología como lo hacen ahora las juventudes.

Sin ir más lejos el otro día me dijo mi cuñada que en el cole sus hijos fueron de excursión a la Apple Store, coño, ¡cuando yo iba de excursión iba a la fábrica de Fontaneda o similares!, ¡no a la puñetera Apple Store!

Y otro día convocaron una reunión de padres y alumnos para hablarle del peligro del Facebook, Twiter y demás, a lo que mi cuñada dijo:

-“Perdona, pero mis hijos tienen 8 años, y no tienen siquiera móvil, ¡mucho menos tendrán eso!"

Y un padre dijo:

-“¡Pues mi hijo tiene 300 amigos de Facebook!”

¡¡Coño!!, ¡siquiera tengo yo tantos!

Y es en esto en lo que quiero centrarme, las herramientas electrónicas que se les proporcionan a los niños, en este caso es en el Whatsapp.

Vinieron unos padres angustiados ya que su hija de 12 años, había estado hablando por Whatsapp con un chico que le gustaba, y para que le hiciera caso no se le ocurrió otra cosa que mandarle una foto enseñando las tetas.

El niño, ipso facto, empezó a distribuirla a demás compañeros del colegio por Whatsapp, hasta que terminó en el móvil de uno de ellos bastante cabroncete, que le mando la foto a la chica en cuestión y diciéndola:

-“Si no quieres que toda la clase vea esta foto tienes que mandarme un video tuyo haciéndote un dedo”




La pobre chica, viéndose en un apuro, hizo lo que su cabeza le decía que era la mejor solución, mandarle el video.

Por supuesto el chaval lo distribuyó a toda su agenda…

La pobre chavala no se atrevía ni a salir a la calle, y los pobres padres preguntaban que se podía hacer.

Lamentablemente los niños son inimputables, o como digo yo, caballitos blancos, así que nada se puede hacer, y parar una distribución digital de esa índole es cuanto menos imposible.



Así que la pobre chavala aprendió una lección muy a las malas, recordad niñ@s, ¡no hagáis esto en casa!

¡¡¡¡¡Con hombres hemos topado!!!!!

El otro día me tocó bajar a coger denuncia a una chica a la cual parece que la había sustraído el bolso.
Generalmente es una costumbre ya muy habitual en mi oficio, y casi nunca aporta nada nuevo, sin embargo a veces te sorprende, como es el caso de esta chica que os voy a comentar.

Al bajar a la sala de espero veo una chica que está en el baño, dejó la puerta abierta y veo como esta arreglándose sus cabellos negros, la llamo con educación y la digo que iré arrancando el PC y que venga cuando quiera.

La muchacha (¿o debería decir señora?) no tarda ni un minuto en aparecer, la pregunto que qué la ha ocurrido, y me dice que estaba en el borde de la acera, que paso una moto y que de un tirón la robaron el bolso.

La informo de la posibilidad que tiene para poner denuncia, pero que no obstante que en días venideros pase por la sección de objetos perdidos a preguntar que lo habitual es que cojan la cartera, y el  resto lo tiren a la papelera, y que luego los barrenderos lo suelen ver y lo entregan a la policía (la verdad es que son muy majos)

A lo que ella me responde: “Ay no guapo, este te digo yo que no que es un Louis Vuitton!”. 



Ante el comentario no puedo evitar sonreír.

La pido que me diga las cosas que tenía dentro del bolso y me dice, que tenía una cartera negra de piel de Carolina Herrera, una Blackberry marca noseque (que debía de ser la última que llegó al mercado), unas gafas de sol; aquí la interrumpo yo y la digo: 

"Perdone,  ¿de qué color eran las gafas?"

A lo que ella me contesta:

"Chico… ¿¿no ves como voy conjuntada?? Qué color va a ser, ¡¡negro!! ¡El marrón quedaría fatal!"

(Aquí es cuando mi sonrisa se vuelve aun más evidente y grande)

Continua contándome las cosas: 

"Me han robado también un Montblanc”

La interrumpo:

”perdone... ¿Un montque?”

A lo que ella responde:

"Ay, perdona es verdad, ¡que eres un HOMBRE! Es un bolígrafo, mira, se escribe así”

Os juro que si hubiera dicho ”ay perdona, es que eres POBRE” hubiera estallado en risas




La chica estaba muy nerviosa, pero se notaba que tenia clase (y pasta), después de terminar de redactar la denuncia la comente posibilidades que podría hacer con el seguro y ella empezó a hablarme de su trabajo, y de sus aventuras y desventuras en la gran ciudad, lo cierto es me cayó muy bien y nos reímos un montón, ojala tratara con gente tan peculiar más a menudo.