sábado, 28 de diciembre de 2013

¡¡¡¡¡Con hombres hemos topado!!!!!

El otro día me tocó bajar a coger denuncia a una chica a la cual parece que la había sustraído el bolso.
Generalmente es una costumbre ya muy habitual en mi oficio, y casi nunca aporta nada nuevo, sin embargo a veces te sorprende, como es el caso de esta chica que os voy a comentar.

Al bajar a la sala de espero veo una chica que está en el baño, dejó la puerta abierta y veo como esta arreglándose sus cabellos negros, la llamo con educación y la digo que iré arrancando el PC y que venga cuando quiera.

La muchacha (¿o debería decir señora?) no tarda ni un minuto en aparecer, la pregunto que qué la ha ocurrido, y me dice que estaba en el borde de la acera, que paso una moto y que de un tirón la robaron el bolso.

La informo de la posibilidad que tiene para poner denuncia, pero que no obstante que en días venideros pase por la sección de objetos perdidos a preguntar que lo habitual es que cojan la cartera, y el  resto lo tiren a la papelera, y que luego los barrenderos lo suelen ver y lo entregan a la policía (la verdad es que son muy majos)

A lo que ella me responde: “Ay no guapo, este te digo yo que no que es un Louis Vuitton!”. 



Ante el comentario no puedo evitar sonreír.

La pido que me diga las cosas que tenía dentro del bolso y me dice, que tenía una cartera negra de piel de Carolina Herrera, una Blackberry marca noseque (que debía de ser la última que llegó al mercado), unas gafas de sol; aquí la interrumpo yo y la digo: 

"Perdone,  ¿de qué color eran las gafas?"

A lo que ella me contesta:

"Chico… ¿¿no ves como voy conjuntada?? Qué color va a ser, ¡¡negro!! ¡El marrón quedaría fatal!"

(Aquí es cuando mi sonrisa se vuelve aun más evidente y grande)

Continua contándome las cosas: 

"Me han robado también un Montblanc”

La interrumpo:

”perdone... ¿Un montque?”

A lo que ella responde:

"Ay, perdona es verdad, ¡que eres un HOMBRE! Es un bolígrafo, mira, se escribe así”

Os juro que si hubiera dicho ”ay perdona, es que eres POBRE” hubiera estallado en risas




La chica estaba muy nerviosa, pero se notaba que tenia clase (y pasta), después de terminar de redactar la denuncia la comente posibilidades que podría hacer con el seguro y ella empezó a hablarme de su trabajo, y de sus aventuras y desventuras en la gran ciudad, lo cierto es me cayó muy bien y nos reímos un montón, ojala tratara con gente tan peculiar más a menudo.

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